Se amable contigo, pero no tanto
Habla contigo como si lo hicieras con un tercero que realmente amas. ¿Le dirías a esa persona todas las cosas que te dices? ¿Qué tipo de consejos le darías?
Yo le digo que piensa mucho en las cosas que pudo hacer mejor, que no hace falta revolcarse en ese lodo. Lo que importa es lo que todavía está por hacer.
Le cuento que estoy muy orgulloso de lo que ha alcanzado. Todos tenemos un contexto pero el mérito individual existe y no debe desconocerse.
Me gusta este ejercicio porque a quien amamos, también le exigimos: “Preocúpate por tu salud”, “aprovecha el tiempo”, “llama a tu mamá”.
Esto último me hace pensar: ¿Cuáles serán los reclamos que me haré el próximo mes y que puedo atender ahora mismo? Seguramente uno de ellos será haber dedicado 40 minutos a escribir 5 párrafos.